domingo, 14 de abril de 2013

LA EDUCACION ES UN CONSTANTE APRENDIZAJE

Buenas Lectores:

Leer esta reflexión, nos hace pensar que no somos recetas de cocina y que cada dìa aprendemos de los demas,  seamos docentes, estudiantes, o simplemente hablando con nuestro vecino, siempre tienen un mensaje nuevo que podamos aprender y cada persona tiene una herencia que nos pueda enseñar sin que se de cuenta. Hoy lei la historia de Pedrito, que al igual de esta historia hay muchas en nuestras aulas, que se repiten dìa con dìa, necesitamos profundizar en todo lo que hagamos, ya que muchas veces pensamos que el problema lo tienen los demás y tal vez lo tenemos nosotros, pero se necesita ser humilde para reconocer cuando tenemos que cambiar y darnos a los demás, ya que un educador es un guia, un lider una persona que pone primero el ejemplo con sus actos.historia de pedrito

Adjunto la reflexiòn y espero les sirva.

REFLEXION

LA HISTORIA DE PEDRITO
   El primer de clases que Doña Tomasa se enfrento a sus alumnos de quinto grado, les dijo  que ella trataba a todos los alumnos por  igual y que ninguno es su favorito. En la primera  fila sentado estaba Pedrito, un niño antisociable, con una actitud intolerable, el cual siempre  andaba sucio y todo despeinado. El año anterior, Doña Tomasa había tenido a Pedrito en una  de sus clases. Doña Tomasa veía a Pedrito como un niño muy antipático.
 
 A ella le daba mucho gusto poder marcar con lápiz rojo todo el trabajo que Pedrito entregaba con una (F). En la escuela donde Doña Tomasa ensenaba se le quería revisar el archivo de historia de cada alumno y de Pedrito fue el ultimo que ella recibió.
    Cuando empezó a leer el archivo de Pedrito, se encontró con varias sorpresas. La maestra de Pedrito de primer grado había escrito (Pedrito es un niño muy brillante y muy amigable, siempre tiene una sonrisa en sus labios. El hace su trabajo a tiempo y tiene muy buenos modales. Es un placer tenerlo en mi clase).
   
La maestra de segundo grado: (Pedrito es un alumno muy ejemplar, muy popular con sus compañeros, pero últimamente muestra tristeza porque su mamá padece de una enfermedad interminable).
     La maestra de tercer grado: (La muerte de su mamá ha sido muy difícil para él. El trata de hacer lo mejor que puede, pero sin interés. El papá no muestra ningún interés en la educación de Pedrito. Si no se toman pasos serios, esto va a afectar la vida de Pedrito).
  
 La maestra de cuarto grado: (Pedrito no demuestra interés en la clase. Cada día se cohíbe más. No tiene casi amistades en la clase. Después de leer todo esto, Doña Tomasa sintió vergüenza por haber juzgado a Pedrito sin saber las razones de su actitud. Se sintió peor cuando todos sus alumnos le entregaron regalos de navidad envueltos en fino papel, con excepción del regalo de Perito, que estaba envuelto en un cartucho de la tienda.  Doña Tomasa abrió todos los regalos y cuando abrió el de Pedrito, todos los alumnos se reían al ver lo que se encontraba dentro. En el cartucho había una botella con cuarto de perfume y un brazalete al cual le faltaban alguna de las piedras preciosas. Para suprimir las risas de sus alumnos, se puso inmediatamente aquel brazalete y se hecho un poco de perfume en cada muñeca. Ese día Pedrito se quedo después de clases y le dijo a la maestra: (Dona Tomasa, hoy usted huele a mi mamá).
   



Después de haberse ido todos, Doña Tomasa se quedo llorando por una hora.
Después de ese día cambio su materia. En vez de ensenar lectura, escritura y aritmética, escogió enseñar a los niños. Doña Tomasa empezó  a ponerle más atención a Pedrito. Ella notaba que mientras más ánimos  le daban a Pedrito, más entusiasmado reaccionaba él. Al final del año, Pedrito se convirtió en el más inteligente de la clase y a pesar de que Doña Tomasa había dicho el primer día de clases que todos los alumnos iban a ser tratados por igual, Pedrito era su preferido.

Pasaron cuatro años y Doña Tomasa recibió una carta de Pedrito, la cual que se había graduado de la secundaria y que había terminado en tercer lugar. También le decía que ella era la mejor maestra que él había tenido.

De ahí pasaron seis años cuando Doña Tomasa volvió a recibir noticias de Pedrito.
 Esta vez le escribía que se le había hecho muy difícil, pero muy pronto se graduaría de la universidad con honores y le aseguro a Doña Tomasa que todavía ella era la mejor maestra que había tenido en su vida. Pasan cuatro años más, cuando Dona Tomasa vuelve a saber de Pedrito. En esta carta él le explicaba que había adquiridos su postgrado y que había  decidido seguir su educación. En esta carta Pedrito también le recordaba que ella era la mejor maestra que había tenido en su vida. Esta vez la carta estaba firmada por el  DR Pedro Altamira.
  
Bueno, el cuento no termina ahí. En la primavera, Doña Tomasa volvió a recibir una carta de Pedrito donde le explicaba que había conocido a una muchacha con la cual se iba a casar y quería saber si Doña Tomasa podía asistir a la boda y tomar el lugar de reservado usualmente para los padres del novio. También le explicaban que su papá había fallecido varios años atrás. Claro que Doña Tomasa acepto con mucha alegría y el día de la boda se puso aquel brazalete sin brillante que Pedrito le había regalado y también el perfume que la mamá de Pedrito usaba.
   
Cuando se encontraron, se abrazaron muy fuerte y el DR. Altamira le dijo en el oído muy bajito (Dona Tomasa, gracias por haber creído en mi. Gracias por haber creído en mí. Gracias por haber sentido que era importante y que yo podía hacer la diferencia).
   Doña Tomasa con lágrimas en los ojos, le respondió: Pedro, estás   equivocado. Tú fuiste el que me enseñaste que yo podía hacer la diferencia.                                                                                                            ¡Yo no sabía ensenar hasta que te conocí a ti ¡

1 comentario:

  1. Hola compañera!

    Esa historia nos deja una gran enseñanza, es muy cierto siempre tenemos algo que aprender, la vida es una escuela en la que nunca dejamos de aprender y de sorprendernos.

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